¿Té en bolsita o Té suelto?
Esta pregunta con frecuencia sale a relucir durante mis pláticas o cursos y es por ello que ahora trataré este tema.
Primero hay que revisar la historia del Té, ya que esta planta (sus hojas y tallos) se comenzaron a beber en China hace casi 5000 años (2737 a.C.) y con el paso del tiempo se fue procesando y elaborando de diferentes maneras: prensado con jugos, prensado solo, con especies, ajo y cebolla , verde, negro, ulong, blanco, machacado, aromatizado con flores, con mantequilla, etc.
Siempre fue Té suelto, no siempre era la hoja entera, pero sí muy completa o al menos no se rompía a propósito, es más, la integridad de la hoja se cuidaba siempre ya que una hoja completa siempre se vendería más cara que una rota.
No fue sino hasta principios del Siglo XX que a un comerciante de Té y café llamado Thomas Sullivan, se le ocurrió mandar a sus clientes muestras de sus mejores Tés en una bolsita de seda, para su sorpresa, ¡los clientes le pidieron que les vendiera así el Té!, en porciones individuales.
Así nació la que conocemos actualmente como bolsita de té. Esta modalidad encontró adeptos rápidamente, se transformaron los materiales y métodos de manufactura primero a bolsas de gasa y más tarde a papel filtro.
La forma de la bolsita ha evolucionado muy poco, primero fue como una almohada y luego se inventó la bolsa de doble cámara, ambas se usan sobre todo en occidente (sólo el 16% del Té que se toma en el mundo es en bolsita).
Las razones que han influido para la popularidad de ésta son, entre otras:
1) Ahorro de tiempo en la preparación (la hoja picada realiza la infusión en segundos y no hay que medir nada).
2) Facilidad de limpieza (no hay hojas sueltas que limpiar).
3) Ahorro en utensilios específicos como la tetera o el colador (infusor).
4) Descenso en el costo de producción, ya que al usar hojas de Té picado o molido (casi en polvo) se usan más hojas y tallos de la planta (no sólo las primeras 2 ó 3 ) y el cuidado en la recolección y el manejo disminuye drásticamente.
Al crecer la demanda de este tipo de Té, lo que usualmente se utilizaba para embolsar las hojas que se rompían y que depende de su tamaño se llaman fannings o dust, fueron insuficientes y esto motivó la creación en los años cincuentas de un nuevo método de producción y maquinaria para las bolsitas llamado CTC (cuyo nombre proviene de las palabras en inglés CRUSH, TEAR, CURL y que significan, aplastar, romper y torcer).
Este método de producción corta con maquinaria el arbusto de Té y trocea las hojas (con todo y tallos) para procesarlas (como Té verde, negro, blanco, etc.).
Esto trajo como resultado la reducción de costos de fabricación, aunque se sacrifica la calidad del Té, si bien es cierto que actualmente podemos encontrar CTC de alta calidad, éstos tendrán un sabor y aroma menos complejo que los Tés ortodoxos (de hoja entera).
Lo irónico de esto es que muchos Tés en bolsita son más costosos que los de hoja suelta, hay que recordar que el rendimiento del Té es muy alto y que sólo usamos 2 gramos para elaborar una taza de 8 oz, así pues un Té suelto nos costará (depende de cuánto compremos) entre $1.50 y $2.40 pesos, mientras que por una bolsita llegamos a pagar hasta $5 pesos.
Además por el mismo proceso y corte tan fino del Té en bolsita su vida óptima es muy corta (aproximadamente 6 meses), mientras que el Té de hoja suelta tiene una vida de 2 años, antes de comenzar a perder frescura y aroma.
En Euro te hemos creado nuestra línea de Té en sobre Eurofusión, que es elaborado con la misma materia prima que nuestros Tés de hoja suelta, sólo que en corte fino, viene en bolsita de doble cámara y los sabores son exóticos y divertidos.
Si realmente te interesa conocer de Té, yo te recomiendo que pruebes Tés de hoja suelta, el Té en bolsita déjalo para cuando viajes o tengas mucha prisa, no hay nada como tomarnos un poco de tiempo para preparar nuestro Té preferido, esperar a que se caliente el agua, sacar nuestra tetera preferida, medir el Té necesario (y aprovechar al abrir nuestra lata para captar su rico aroma), verter el agua y esperar a que se haga la infusión para por fin poder disfrutar lentamente nuestra bebida predilecta.
